
Esta es la vista que teníamos desde la habitación: La Catedral, El Alcazar y El Acueducto...y todo ello con un día de sol expléndido.



Ya ha pasado un año, que barbaridad, como pasa el tiempo de rápido.
Gracias a la ayudita de los Reyes Magos nos decidimos a celebrar el fin de semana en el Parador de Segovia.
Nos ha hecho un tiempo maravilloso con lo cual hemos podido disfrutar mucho más de los alrededores.
Con tiempo, sin prisas, viendo monumentos, comiendo bien y pudiendo descansar, que falta nos hacía.
Cada vez tenemos más claro que los paradores merecen la pena. La relacion precio calidad es muy buena y vas a algo seguro. Ya no nos fiamos de las casas rurales, a no ser que alguien de confianza nos lo indique.